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El impacto de la crisis del agua en la educación

Los estudiantes reconstruyen el equipo

7 de febrero de 2014

Sin agua limpia, las escuelas y los alumnos sufren. Es difícil que incluso el alumno más motivado aprenda cuando tiene sed, o está enfermo por beber agua sucia, o tiene que ir al baño pero no puede porque no hay agua corriente en la escuela.

La educación es la fuerza que permite a las comunidades crecer y prosperar. Pero sin agua limpia, las escuelas no pueden alcanzar su potencial, aunque estén llenas de profesores cualificados y niños ávidos de conocimientos.

El agua sucia provoca muchos problemas estomacales, sobre todo en niños y jóvenes. Todo el mundo sabe que puede ser difícil concentrarse en la escuela. Todos hemos pasado por eso: mirando el reloj, mirando por la ventana, garabateando en el cuaderno. Si a esto le añadimos unos dolores de estómago atroces y una diarrea crónica, podemos entender por qué los alumnos no se comprometen plenamente con sus profesores o no se esfuerzan en hacer los deberes. Conseguir que los niños sigan en la escuela cuando se sienten tan mal todos los días por beber agua contaminada es un verdadero reto.

Y sin baños funcionales, no hay alivio que valga en el campus. La gloria de la pausa para ir al baño se ha perdido por completo. Para las chicas, la situación de los baños es especialmente preocupante: la mayoría de las estudiantes abandonan los estudios cuando llegan a la pubertad por vergüenza a la falta de intimidad. Todo el mundo necesita un descanso de vez en cuando y todo el mundo debería poder disfrutar de la paz y la soledad de un cuarto de baño limpio y que funcione.

Muchos niños no tienen la oportunidad de ir a la escuela. Al necesitar constantemente más agua, las madres se ven obligadas a sacar a sus hijos de la escuela para que les ayuden a recoger agua. La fuente de agua (sucia) más cercana suele estar a un par de kilómetros de distancia. Y un viaje al río no suele bastar. Para que una familia tenga agua suficiente para beber, bañarse y cultivar el huerto, algunos niños tienen que pasarse todo el día yendo y viniendo, acarreando bidones hasta el río, llenándolos y volviendo. Así que la escuela queda descartada. Es una gran pérdida para los niños y para las generaciones futuras.

Hay un círculo vicioso que aflige a muchas comunidades: los niños no van a la escuela porque tienen que recoger agua y así la generación más joven no recibe la educación que necesita para salir adelante. Todos enferman. Todo el mundo está estancado. Pero el agua limpia cambia todo eso. Las niñas permanecen en la escuela. Los niños llegan a clase sanos, llenos de energía y con ganas de aprender. La comunidad se empodera y todos ganan con una nueva clase de líderes, ingenieros, empresarios, maestros, escritores, arquitectos.

El agua limpia da a los niños la oportunidad de volver a soñar a lo grande.

El Desafío Students Rebuild Water, en colaboración con charity: water y Global Nomads Group, ayudó a llevar agua potable limpia y segura a quienes más la necesitan. Tus cuentas hechas a mano proporcionaron agua potable a más de 16.000 personas en Tanzania gracias a los fondos paralelos aportados por la Bezos Family Foundation para 41 proyectos hídricos que dan servicio a escuelas y comunidades.